Sensores y Datos: en Agricultura de Precisión e Inteligente

🛰️ Sensores y Datos: En Agricultura de Precisión e Inteligente

 

La era de la Agricultura 4.0 está impulsada por el análisis de sensores y datos: en Agricultura de Precisión e Inteligente y dependen de la capacidad de generar, transmitir y procesar un «tsunami de datos» para facilitar una toma de decisiones informada. En esencia, los sensores y datos son los ojos y oídos del sistema productivo, transformando la variabilidad del campo en información útil para la optimización.

 

I. Tipos de Sensores y Plataformas de Adquisición

Los sensores se clasifican según su plataforma de adquisición, proporcionando información detallada sobre la planta, el suelo y el ambiente en tiempo real.

Plataforma Sensores Clave Dato Generado
Adquisición Remota Drones (VANTs), Satélites, Cámaras Multiespectrales/Térmicas Imágenes, Mapas de Vigor (NDVI), Estrés Hídrico.
Proximidad (Maquinaria) Monitores de Rendimiento, Sensores Ópticos Activos (GreenSeeker, N-Sensor), Sensores de Conductividad Eléctrica (CE). Productividad Georreferenciada, Estado Nutricional de la Planta en Tiempo Real, Textura del Suelo.
Campo e In Situ Estaciones Meteorológicas, Sensores de Humedad del Suelo (TDR/FDR). Clima, Contenido de Agua en el Perfil del Suelo.
  • Teledetección: Drones y Satélites: Los drones (UAVs) ofrecen una alta resolución espacial y son una tecnología clave para el monitoreo de la salud del cultivo. Por su parte, los satélites ofrecen una cobertura más amplia.
  • Monitores de Rendimiento: Instalados en cosechadoras, estos sensores miden el flujo y la humedad del grano. Además, el Receptor GNSS/GPS georreferencia cada dato, lo cual es esencial para crear el primer mapa de variabilidad de la parcela.
  • Sensores para Aplicación en Tiempo Real: Sensores ópticos activos (con su propia fuente de luz) montados en el tractor miden la reflectancia del follaje. De esta forma, permiten calcular el estado nutricional (ej. Nitrógeno) y ajustar la dosis de fertilizante «sobre la marcha».

 

II. El Ciclo de los Datos: De la Adquisición a la Prescripción

La recopilación de datos es solo el inicio; el verdadero valor reside en su procesamiento para la toma de decisiones.

  1. Adquisición y Transmisión: El GNSS (GPS) es la tecnología fundamental que georreferencia todos los datos. Además, el Internet de las Cosas (IoT) y las redes de sensores se utilizan para la transmisión de datos brutos desde el campo a un sistema centralizado.
  2. Procesamiento y Análisis:
    • Los Sistemas de Información Geográfica (SIG) son software clave para almacenar, integrar y superponer espacialmente datos de diversas fuentes (rendimiento, suelo, clima).
    • La Geoestadística, mediante la interpolación Kriging, analiza la dependencia espacial de los datos. Por consiguiente, esto permite estimar valores en lugares no muestreados y generar mapas de superficie continua (ej. de fertilidad).
  3. Visualización y Aplicación: El resultado final son mapas temáticos (NDVI, Rendimiento). La interpretación conjunta de estos mapas permite delimitar zonas de manejo homogéneo. Finalmente, esta información se traduce en mapas de prescripción, que son las instrucciones digitales para la Tecnología de Tasa Variable (VRT).

 

III. Desafíos en la Gestión de Sensores y Datos

A pesar del potencial de los sensores y datos, su implementación requiere superar desafíos importantes:

  • Calidad y Precisión: Los datos pueden contener «ruido» o errores debido a la falta de calibración o fallas en los sensores. Por lo tanto, el filtrado y la corrección son cruciales.
  • Integridad y Disponibilidad: A pesar de que el volumen de datos es enorme (big data), a menudo están desorganizados, incompletos o provienen de fuentes dispares. Además, la falta de conectividad en zonas rurales puede dificultar la transmisión.
  • Complejidad y Costo: La inversión inicial en hardware y software es alta. Así mismo, el análisis avanzado requiere personal con conocimientos especializados en SIG y geoestadística para la correcta interpretación de los datos generados por los sensores.

En conclusión, los sensores y datos son la columna vertebral de la agricultura moderna, permitiendo una gestión sitio-específica basada en evidencia. Esto optimiza el uso de insumos, mejora la rentabilidad y promueve la sostenibilidad ambiental.

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